Política ficción: Imputados Unidos por Canarias (IUC), una fuerza política emergente y alternativa que pronto estará en todas las circunscripciones electorales del archipiélago, sean locales, insulares o regionales.
Tenemos un nuevo escenario político en Canarias, se ha puesto de moda crear un partido propio para seguir en el machito sea como sea; es lo que hay, el paro es muy jodido y bien que lo saben aquellos que se han encargado de no hacer nada para evitar que muchos ciudadanos canarios caigan en ese agujero, la condena más extendida de la crisis.
Es que van a entrar muchas caras nuevas en la política y los puestos para acomodarse son los mismos que antes o incluso menos y muchos se van a quedar en la puñetera calle a dos velas.
No hay cama pa tanta gente.
Para integrarse en este movimiento poco importa la adscripción ideológica, ni el ideario político ni el programa ni siquiera las propuestas concretas para los votantes, eso es lo de menos, solo hay que cumplir tres condiciones:
1- Haber sido expulsado de su partido.
2- Estar imputado.
3- No tener otra actividad conocida para ganarse la vida.
Lo único que les interesa es continuar en el candelero como los famosos de la telebasura mediática, poder seguir con el coche oficial, el móvil pagado, el ordenata o la tablet para jugar al "CandyCrush". Poder...
Poder, ese es el veneno que los mueve, esa es la droga que los abduce, ese el el motivo de su alienación, el "Poder" por encima de todo, porque cuando los políticos han tenido "Poder" se han transformado y eso es superior a cualquier otra sensación, es absolutamente embriagador y no hay medicina que lo cure.
Deberían de juntarse todos en torno a ese nueva agrupación IUC, para que los ciudadanos pudieran elegir claramente entre caras nuevas y el resto, porque los desheredados de los partidos tradicionales también tienen derecho a vivir y llegar a final de mes como el resto de sus excompañeros, que debieran mostrarse más agradecidos porque precisamente éstos les han hecho en muchos casos el trabajo sucio para que ahora otros lo disfruten con semejante desagradecimiento. Faltaría más.
Los políticos han vencido a las trabas que ellos mismos tuvieron que imponerse presionados por la opinión pública con la legislación sobre el transfuguismo. Ahora dicen: ¿Para qué integrarte en otro partido si puedes formar el tuyo propio y nadie te va a denunciar?
Ya veremos cuantos más se suman a esta moda de montarse su propio partido para sumarlos a esta agrupación política tan singular porque sin duda van a ser muchos.
Un partido político con mucho banquillo..., y tanto.
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