domingo, 18 de octubre de 2009

UN MILAGRO AFORTUNADO

Este fin de semana se ha producido un suceso muy especial que por lo menos a mi, me ha resultado enormemente gratificante por las circunstancias y el resultado del mismo.

Todo empezó al parecer sobre el jueves día 15, cuando un buen señor vecino de Los Silos, decidió irse a senderear por el barranco de Talavera, lugar paradisiaco y espléndido de belleza paisajística y natural, que cuenta con numerosos senderos para la visita dominguera y ociosa de los numerosos visitantes que los frecuentan los fines de semana.

Pues bien, Celso jubilado de 66 años, que es el nombre de este silense, debía de haber regresado a su casa en la tarde del Jueves, para jugar con sus vecinos la partidita de cartas en el bar de Los Silos, pero no acudió a su cita, lo que mosqueó a sus compañeros de juego.

Su hijo Elvis, que había intentado contactar telefónicamente con él ese mismo día, decidió acudir al pueblo en la tarde del viernes 16, hallando en la casa una nota manuscrita en la que simplemente le decía que había ido a pasear a Talavera, lo que preocupó sobre manera al joven que sin dudarlo se puso en camino hacia el barranco creyendo que podría hallarlo cerca del sendero que recorrió durante la noche en compañía de unos amigos.

A la mañana siguiente, el sábado 17, alarmado por no saber nada de su padre y desconociendo que podría haberle pasado y temíendose lo peor, acudió a la Guardia Civil de Buenavista del Norte, donde presentó denuncia y de inmediato se estableció un dispositivo de búsqueda por tierra, que fue inmediatamente ampliado con medios aéreos y de rescate ante la gravedad de la pérdida y la demora de al menos dos noches y casi tres días, que acudieron a la zona prestos con la esperanza aunque muy remota de poder hallar a Celso con vida.

Y quiso el destino que en el fondo del barranco, al sur del mismo, justo bajo una pared de piedra y en medio de un acantilado natural, tras una mata de higuerillas se encontrara todavía vivo y aunque medio deshidratado, hambriento, lleno de arañazos y magulladuras y casi delirando, pudieron los guardias de montaña descender hasta él, le dieron agua y comida, le recuperaron y animaron, le quitaron el pánico propio del enriscado, (ese pánico que hace que todo lo inclinado te parezca vertical, o que la pared en la que te apoyas parece que te empuja hacia el vacío), le pusieron a 100 por hora y lograron convencerle que ese no era su momento, que debía volver con su hijo y sus sobrinos, que le quedaban muchos más amaneceres que ver y disfrutar con su famia y sus amigos, y en un alarde de experiencia, valentía y buen hacer, lo sacaron de aquel fatídico lugar, con la ayuda de un helicóptero tambien de la Guardia Civil y lo trasladaron hasta la playa de Sibora, en los Silos, donde fue recibido por su hijo con el que se fundió en un abrazo inenarrable.

Esta noticia, es con la que han amanecido en la mañana del Domingo 18 de Octubre casi todos los periódicos locales de Tenerife, como La Opinión y el Diario de Avisos
http://www.laopinion.es/sucesos/2009/10/18/espectacular-rescate-silos/249745.html http://www.diariodeavisos.com/diariodeavisos/content/291294/
incluyendo fotos del rescate que son espectaculares; también los telediarios nacionales como A3TV y TVE1 se han hecho eco del milagro de la supervivencia de Celso.

Y le llamo milagro porque según le he oido en sus manifestaciones, ya no contaba con salir de aquel lugar, solo pensaba en su familia, en su pueblo, en sus amigos, en las cosas buenas que había vivido hasta ese momento, y solo estaba esperando, según dijo a sus rescatadores, la muerte en aquel lugar, medio delirando ante el deterioro de su estado físico y mental.

Pero el final ha sido feliz, hoy Celso está entre los suyos y podrá sin duda celebrar su primer cumpleaños el próximo 17 de Octubre de 2010, junto a sus seres queridos y podrá contar su historia, la increible historia de un hombre que tuvo que pasar mas de 55 horas aislado, sin agua ni comida, presa del pánico por caerse desde una pared de piedra y que la fortuna y el buen hacer de unos servidores públicos ha obrado el milagro de devolverle a la vida.