Discurso personal durante el acto de presentación en el salón noble del Cabildo de Tenerife de la publicación científica con el título "Magma emission rates fromshallow submarine eruptions using airborne thermal imaging" recientemente publicada por la prestigiosa revista científica internacional Remote Sensing of Environment, como coautor de la misma en compañía de eminentes científicos e investigadores sobre la materia.
"Excelentísimas e ilustrísimas Autoridades civiles, militares y académicas, medios de comunicación, señoras y señores.
Hoy nos hemos reunido para
dar una buena noticia de la que también es partícipe la Guardia Civil, la
Benemérita institución en cuyo nombre pronuncio estas palabras que escribe hoy
un capítulo diferente pero no por ello menos importante de su larga trayectoria
histórica, y es la de colaborar activamente para la culminación de un avance
científico de gran importancia, con la proposición y demostración de un método
científico innovador basado en el estudio y seguimiento de una erupción
submarina, como ha sido la ocurrida al sur de la isla de El Hierro unos días
antes del día del Pilar de hace ahora prácticamente tres años.
Cierto que esta colaboración
es solo una parte de todo el trabajo, pero haciendo un símil policial, hemos
sido cómplices en el avance, colaboradores necesarios dolosos y por eso estamos
hoy ante todos ustedes.
Nuestra participación estaba
autorizada por el Jefe de la Zona de Canarias que desde el primer momento
apostó por el proyecto, conocedor de la importancia que para la seguridad de
todos los ciudadanos canarios tiene el estudio y seguimiento de un fenómeno
volcánico, sea submarino o sub-aéreo, porque ayuda a la prevención del Riesgo
volcánico, un hecho cierto que debe ser debidamente estimado y conocido para
evitar con ello las consecuencias de la imprevisión, que puede resultar en
simples daños o en pérdida de vidas.
Esta colaboración consistía originalmente
en el seguimiento de los edificios volcánicos principales de Canarias desde
aeronaves polivalentes, los helicópteros del Sector Aéreo de Canarias, con sus
experimentadas tripulaciones de pilotos y mecánicos, tomando registros
fotográficos en dos modalidades, una digital y otra térmica, con medios propios
del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) organismo dependiente del Cabildo
de Tenerife, institución demandada unánimemente por el Senado y los parlamentos
nacional y canario desde hace nueve años.
En una segunda propuesta se
estudió y desarrolló un procedimiento para el seguimiento de penachos de gases
de futuros edificios volcánicos y se
practicó el mismo con las emisiones de industrias principales como Estaciones
Eléctricas y Refinería, para afinar el entrenamiento de nuestras tripulaciones
en caso de una situación volcánica real.
Llegada la crisis sísmico
volcánica de El Hierro, la ocasión de poner en práctica lo entrenado era una oportunidad
que no podíamos perder, a pesar de que la erupción era de naturaleza submarina;
así se solicitó y se autorizó de nuevo
por nuestra Dirección General que volvía a apostar por la faceta científica de
nuestra Unidad, que viene de muchos años atrás en colaboraciones con
Universidades, Instituciones científicas, etc.…
Pero al sobrevolar el mar de Las Calmas el espectáculo que nos ofrecía esa erupción era realmente maravilloso; el colorido, la explosividad en ocasiones, los burbujeos, ese olor intenso a azufre y huevos podridos que se impregna de por vida, nos cautivó a todos, tripulaciones y científicos, que desde el primer momento habíamos establecido unos parámetros fijos para la toma de las imágenes térmicas y digitales, a fin de que se cumpliera la máxima del método científico, cual es un patrón de medida.
Luego de tomar esas miles de imágenes casi a diario, a la vez que se registraban los valores de gases disueltos, las temperaturas del aire y superficie marina, se estimaba la peligrosidad de los gases, la dirección y velocidad del viento, o de la posible evolución del fenómeno eruptivo y se volaba siempre conforme al procedimiento establecido, llegó el final de la fase eruptiva y con ello la hora de los científicos, que debían pasar a evaluar todo lo recogido en muchas horas de trabajo; llegaba pues la fase más aburrida a priori, pero más adelante se tornó también en apasionante.
Fue precisamente en aquel momento en el que se volcaron todos los datos y se empezaron a realizar teorías e hipótesis cuando se conoció el verdadero valor de los mismos; especialmente en la posibilidad de establecer un método científico hasta ahora no desarrollado para estimar la emisión de magma durante las erupciones volcánicas submarinas someras, basado en la información de las fotografías térmicas y sus patrones digitales, mediante la aplicación una serie de ecuaciones a esos datos, construyendo modelos de dos dimensiones sobre las temperaturas de las columnas de agua, valores medios etc., términos que sin duda podrán describir mejor los científicos aquí presentes, y dando como resultado un método absolutamente revolucionario y novedoso para estimar la cantidad de magma expulsado por este sistema submarino, una medida muy exacta al tener además registros fotográficos y térmicos de los principales días de emisión, fechas en las que se sobrevoló el volcán submarino.
Debo resaltar además que en
el capítulo de agradecimientos de este brillante documento científico, se recoge
una mención especial a nuestro compañero piloto, el Teniente D. Marco Antonio
Benito Rodríguez, fallecido en accidente reciente en la sierra leonesa durante
un rescate junto con otros dos compañeros, que colaboró con su experiencia y buen
hacer en la toma de imágenes para este trabajo así como para el seguimiento del
proceso volcánico en general; este recordatorio me emociona como seguro al
resto de compañeros del Cuerpo, y nos sirve de acicate para hacerlo cada día
mejor. Gracias también por reconocer este hecho.
La Guardia Civil dio un paso al frente con esta colaboración culminada en parte en este primer "paper" científico en colaboración con el INVOLCAN y otros eminentes investigadores e instituciones científicas; una publicación que constituye también un hito en la historia de la Benemérita.
Pertenezco a una nueva
generación de Guardias civiles, más y mejor formados como demanda la sociedad a
la que servimos, que mira de otra forma al fenómeno volcánico, con otros ojos y
otra perspectiva, digamos que les dan la cara.
Si me permiten para
finalizar y en el ámbito más personal, les confesaré que mi padre, como mi
abuelo, fue también miembro del Cuerpo, vino hace muchos años a Canarias, a la
isla de La Palma, donde conoció a mi madre, por cuyas venas corre sangre
volcánica; entre ambos me enseñaron a
querer a esta maravillosa tierra, sus paisajes y a su gente.
Por supuesto, yo seguí sus
ejemplos; de mi padre la vocación de Guardia Civil, el trabajo y el amor al
servicio, de mi madre la pasión por los volcanes, ese fuego eterno en el
corazón de todos los canarios que además late inexorable bajo nuestros pies.
Muchas gracias."
Santa Cruz de Tenerife a 14 de Octubre de 2014
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