Apenas hace 24 horas de la finalización de un pleno en el Ayuntamiento de la ciudad turística de Puerto de la Cruz en el norte de la
isla de Tenerife, una reunión monográfica con la posible intervención de la
citada administración por parte del Estado como "Espada de Damocles", por culpa de las gravísimas deudas
municipales, que lastran el desarrollo del municipio, hacen peligrar la
estabilidad de sus servicios y minan la confianza de los posibles inversores
que podrían fijar sus ojos en el que fuera con toda justicia emblema mundial
del turismo de Canarias y de España; como orgulloso portuense me siento
obligado a reflexionar en voz alta sobre lo que nuestro querido Puerto está
sufriendo por culpa de la mediocridad y la matemática insolidaridad de muchos,
que lejos de aportar para la suma de esfuerzos, continúan restando por mantener
altiva su trasnochada ideología, dividiendo a los portuenses y multiplicando
los problemas que cada vez se tornan más insalvables.
Muchos son los errores que todos los que han dirigido ese
magnífico ayuntamiento han cometido, por acción o inacción, por mirar hacia
otro lado, por partidismo, por favorecer a un clientelismo propio de repúblicas
bananeras, por dejar hacer a otros para mantenerse en el puesto, por lo que sea…
son tantos los ejemplos y las ocasiones que ya me harté.
Y como yo muchos de
mis paisanos, los portuenses de toda la vida, que vemos como se apaga la luz de
nuestro pueblo, de nuestra patria chica, al albur de rivalidades políticas sin
razón ni justificación, escuchando una y otra vez las miserias que unos dicen
de los otros, sin que les caigan los anillos o la mismísima caradura de la
vergüenza propia, tal vez porque no la han conocido nunca.
Mis padres, como los de todos, me educaron en la humildad y
en la decencia con mayor o menor éxito, me precio de esa maravillosa
educación, y por respeto a esos esfuerzos, los mismos que todos los padres de
quienes ahora tienen algo que decir en el futuro y el destino del Puerto de la
Cruz, debemos ser humildes y decentes, dejar a un lado lo que nos separa, que
no son otra cosa que ideas, nada físico o material; la ideología es etérea,
virtual, puede ser muy determinante pero no debe ser insalvable en ningún caso.
Dejemos pues
de poner las ideas por encima de todo y pensemos de verdad en el Puerto de la
Cruz, que es lo que ahora tenemos entre manos.
Hoy hablaba con un portuense y buen amigo que no es lo mismo
gestionar que administrar, en lo primero solo hay decisiones, en lo segundo
además, cuenta la cantidad (abundancia o escasez) e importa dejar siempre algo
para los que vengan después.
El Puerto necesita de administradores, no de gestores, pues
los ha tenido malos,… ¡¡¡ qué digo malos,… pésimos !!!.
Administrar de ahora en adelante lo que queda de nuestro Puerto de
la Cruz nos debe empeñar a todos sin diferencias ni colores, es un mandato
vital para que quede algo de nuestra "Patria Chica" para nuestros hijos, y en
esta ardua tarea debemos empeñarnos todos aportando ese granito de arena que
seguro podemos desde nuestra humildad, exigiendo decencia a quienes ocupen los
cargos públicos, que seguro también hay hombres y mujeres decentes entre éstos; solo
necesitan el apoyo incondicional de todos, sin fisuras ni ambages, sin
contiendas ni envidias, sin rencillas ni celos.
Ayer se tuvieron que tomar una serie de medidas encaminadas
a redirigir el futuro hasta ahora incierto de este Excelentísimo Ayuntamiento,
medidas que no serán las únicas que se deban tomar, seguro que habrá más, muy
duras algunas de ellas, pero todos sabemos que el beneficio de la mayoría a
veces exige el sacrificio de unos pocos o de todos.
Se exige ahora un esfuerzo de imaginación para solventar
muchos de los problemas planteados, sin entrar en detalles, todos los
portuenses saben a qué me refiero; ese esfuerzo debe sumar además, nuevas ideas
y proyectos para sacar a la "perla isleña" del ostracismo donde está condenada
después de muchos años de abandono; muchas otras administraciones tienen
también parte de culpa de los males de nuestra emblemática ciudad, porque
también han hecho mal o han dejado de hacer, mirando hacia otro lado en ocasiones…
Pongámonos desde ahora a esta tarea, a sacar lo mejor de
nosotros para devolver al Puerto de la Cruz al lugar donde se merece, donde
siempre tendría que haberse mantenido, en la punta de lanza del Turismo, lugar
de vacación preferido por un sector que siempre dejó buenos dividendos,
muy cotizado antaño, seguro que con imaginación y proyectos renovados conseguiremos
recuperar este destino sin parangón en el mundo por el clima, la belleza
de sus lugares y el calor de sus gentes.
Y si todo ese magno esfuerzo, una vez emprendido no tiene el
premio, al menos lo habremos intentado; que no sea por falta de voluntad,
porque nos va algo más que nuestro patrimonio y el de nuestros hijos, nos va en
ello la calidad y el orgullo de ser portuenses.
Como decía un famoso presidente americano: “…es hora de que
cada uno se pregunte lo que puede hacer por su país… “; esta crisis no es más que
el reflejo de lo que ha sido nuestro país en los últimos años, un despilfarro
en medio de una burbuja que unos crearon y otros reventaron después de
aprovecharse…
¿Será qué el Puerto de la Cruz es el espejo en el que todos deben
mirarse para aprender de los errores propios?; pues razón de más para que sea
también el reflejo de lo que debe ser remar todos en el mismo sentido, para que
ese barco pueda llegar al destino, al muelle donde le esperan con su preciada
carga que no es precisamente la pesca, sino los hombres que lo tripulan y las ilusiones que albergan.
Adelante con ello, y que esa estrofa que cantaran los
Huaracheros vuelva a hacerse realidad, porque sin duda: “ … no hay en el mundo un tesoro, tan bonito
como tú…”
Que más se puede decir cuando aqui ya esta todo dicho, gracias por expresar lo que muchos pensamos.
ResponderEliminarAsi se habla Antonio. Subscribo todas tus palabras.
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