martes, 29 de enero de 2013

PRIMERAS MEDIDAS PARA INCENTIVAR EL EMPLEO


Acabo de leer en la prensa local, las medidas que nuestro gobierno pretende adoptar para incentivar la emprendeduría en los colectivos de los más jóvenes (http://www.daemprendedores.com/2013/01/28/los-jovenes-autonomos-cotizaran-50-euros-al-mes-durante-medio-ano/), reduciendo sus cotizaciones a la Seguridad Social de forma muy sustancial, medida que ha sido valorada muy positivamente por muchos de los agentes sociales salvo por los sindicatos, que en este caso, protestan por llevar la contraria sin mucho más razonamiento.

Estas primeras medidas son un primer movimiento en favor de la dinámica del empleo y la economía, pero a mí se me ocurren algunas más:

Por qué no reducimos todas las cotizaciones de la Seguridad Social para las nuevas contrataciones, para que se abonen desde este momento un porcentaje reducido al 30 % por contratos de 1 año para todas las edades, reduciendo el porcentaje a los empresarios que prorroguen los contratos actuales al menos hasta el 50 % si esa ampliación alcanza 1 año más, incentivando además las contrataciones de los parados de más de 45 años o de los jóvenes en el primer empleo para favorecer que obtengan al menos experiencia y rodaje, con tipos aún más reducidos de las cotizaciones a la SS.,... mejor que muchos coticen poco mucho tiempo, a que pocos coticen de forma insuficiente.

Siempre he pensado que es mejor bajar los precios para llenar un restaurante, un hotel o un cine, que mantenerlos altos y no vender una escoba. 

De esta forma se generarán dinámicas de empleo que en un par de años habrán tomado tal velocidad que producirán sinergias claras en el mantenimiento del empleo, la contratación a mayor plazo y mantendremos al menos el sistema de la seguridad social hasta alcanzar un mayor índice de crecimiento, favoreciendo el optimismo, el consumo y reduciendo la sangría del paro, dando oportunidades a colectivos que ahora están abocados al desastre o a marchar de este país.

Los sueldos serían por supuesto bajos, pues la situación al menos en el inicio no permitiría dispendios ni alegrías a quienes quieren contratar ahora hasta que al menos el sistema esté consolidado, pero deberá garantizar el sustento de las familias, el mínimo familiar y personal, estableciendo el salario mínimo ínter profesional como suelo efectivo y clausulas de revisión anual con criterios de productividad.

De esta forma, con valentía a la hora de establecer medidas para la contratación más ágil y más barata, contribuiremos a hacer aflorar mucha de esa economía sumergida que ahora tanto abunda, la gente perderá el miedo a contratar y el optimismo volverá al mercado laboral.

Para contribuir a generar empleo hay que abaratar la contratación, no el despido. 

Si además conseguimos empujar a las entidades bancarias para que presten dinero a los empresarios para emprender de nuevo, habremos conseguido salir de la espiral de esta crisis y empezaremos a ver de verdad la luz al final del túnel.

Al menos ahora, algo se mueve... veremos si tiene efecto o se queda en agua de borrajas.


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