Los vulcanólogos del CSIC y los geólogos del IGN han confirmado la erupción submarina a unos 5 kilómetros al sur de La Restinga y a una profundidad de entre 600 y 1100 metros, por lo que no podremos observar la misma, sin que aporten otra prueba de su existencia que la aparición de un centenar de peces muertos flotando en la superficie que podrían ser debidos a emanación de gases, envenenamiento de las aguas, acción de las ondas magmáticas, etc…
¿Pero qué se esconde en realidad detrás de este suceso? ¿Quién tiene las claves del mismo?, ¿Cómo podemos tener la certeza de que se está produciendo algo que no vemos o de lo que no tenemos pruebas evidentes?.
La respuesta está por fin al alcance de todos:
La zona del mar ubicada al oeste de las islas de La Palma y de El Hierro, ha sido siempre el escenario de entrenamientos de submarinos y aeronaves antisubmarinas de la VI Flota americana, destinada a la vigilancia atlántica, que ya han tenido algunas apariciones accidentales en nuestro archipiélago como la del año 1977, el día 11 de diciembre, con el accidente de un avión de vigilancia Orión P-3, cuyos 14 tripulantes fallecieron tristemente tras precipitarse contra el suelo en la zona de El Mocanal de El Hierro, o aquel otro episodio del supuesto OVNI al Oeste de La Palma, que no fue otra cosa que una prueba fallida del lanzamiento de un misil balístico Poseidon C-3, que hubo de ser desactivado tras su lanzamiento sobre el atlántico al anochecer del día 3 de marzo de 1979 y que causó gran impacto en la población palmera y herreña que pudo divisar tal evento con estupefacción.
Pero en esta ocasión las circunstancias preliminares de un evento natural, han sido detectadas previamente por las unidades submarinas de la flota americana en las inmediaciones del mar de las calmas, donde pasan mucho tiempo de entrenamiento a la espera del posible paso de submarinos rusos, ya que esta es una ruta conocida para la navegación segura de este tipo de naves en su tránsito por del Atlantico norte-sur. Es más, desde hace ya unos años, concretamente desde la anterior crisis sísmica del año 2004, se han afanado en estudiar este fenómeno, que entonces afectó a la isla de Tenerife, pero conociendo de la juventud volcánica de la isla del Meridiano, decidieron preparase para un escenario similar en las profundidades herreñas.
Casualmente, los preliminares de la erupción volcánica en la Isla de la Palma, de la que ahora se cumplirán 40 años, allá por el 28 de Octubre de 1971, fueron detectadas igualmente por la estación de seguimiento y escucha sonar americana de Tazacorte, que sirvió en ese caso para facilitar la predicción del evento.
Una vez obtenida esta información y transmitida por los cauces reglamentarios americanos se puso a disposición del Gobierno Español a través del mismísimo Secretario de Defensa Leon Panette que ofreció a su aliado español toda la ayuda necesaria en el marco de la estrecha colaboración entre ambas fuerzas aliadas y unidas por la OTAN.
Tal es así, que una vez fueron determinados los riesgos por parte de los científicos militares americanos, y aportando una solución definitiva a esta crisis de origen volcánico, fenómeno largamente estudiado por ellos y que sin duda podrían aprovechar para experimentar con nuevas armas y procedimientos para aliviar bolsas o diapiros magmáticos submarinos en escenarios de posibles riesgos volcánicos.
Esta solución fue ofrecida secretamente al Gobierno Español, el cual envió directamente el día 28 de Septiembre a su Ministra de Defensa a la Isla de El Hierro con unidades militares y de emergencia para tranquilizar a la población local y ofrecer todo su apoyo a las Autoridades regionales, al tiempo que informaba a la cúpula militar del archipiélago de la operación secreta en curso y daba las instrucciones que debían cumplir por la parte española, que eran la vigilancia con patrulleras militares de la zona donde debían realizarse esos ejercicios submarinos, al sur de El Hierro, a una distancia entre dos y cuatro millas náuticas, mientras se ultimaba la misma.
Esta solución fue ofrecida secretamente al Gobierno Español, el cual envió directamente el día 28 de Septiembre a su Ministra de Defensa a la Isla de El Hierro con unidades militares y de emergencia para tranquilizar a la población local y ofrecer todo su apoyo a las Autoridades regionales, al tiempo que informaba a la cúpula militar del archipiélago de la operación secreta en curso y daba las instrucciones que debían cumplir por la parte española, que eran la vigilancia con patrulleras militares de la zona donde debían realizarse esos ejercicios submarinos, al sur de El Hierro, a una distancia entre dos y cuatro millas náuticas, mientras se ultimaba la misma.
Una vez puesta en marcha la Operación, se llegó a un acuerdo final el día 5 de Octubre en la reunión entre nuestro Presidente Zapatero con el Secretario General de la OTAN Anders Fogh Rasmussen y el Secretario de Defensa de Los USA Leon Panette, firmando un acuerdo de compensación y constraprestación para la incorporación de la Base Naval y Estratégica española en Rota en el marco de la defensa anti-misiles AEGIS con la autorización para la presencia de 4 unidades americanas dotadas de este tipo de armamento.
Zapatero rendía con este acto un último servicio a su país, dejando en manos de los militares americanos la resolución de la crisis símico-volcánica de la isla de El Hierro, con la aplicación de métodos secretos y experimentales que de ser conocidos podrían generar una crisis nacional.
Por ello el Presidente informó de todos estas circunstancias al Jefe de la oposición, Mariano Rajoy, que consciente de la gravedad de los riesgos y de la importancia para nuestro país, apoyó sin fisuras al Sr. Zapatero, para evitar hacer de este tema una cuestión de debate, al tratarse de políticas de Estado, tan delicadas como sensibles a la opinión pública.
Por ello, las autoridades militares americanas decidieron esperar a que se produjera un evento sísmico significativo, que pudiera camuflar toda la operación, que finalmente tuvo lugar a las 20:35 Z del día 8 de Octubre, con un movimiento de 4.0 de magnitud, con lo que se inició la fase activa de la Operación, con el torpedeo submarino de la bolsa magmática a una profundidad de 900 metros, teniendo que realizar desde un Submarino Americano de la clase Los Ángeles hasta tres lanzamientos, el primero a las 23:00 Z del mismo día 8 de Octubre, cuatro horas más tarde, a las 3:00 Z del día 9 el segundo lanzamiento y finalmente a las 20:00 Z del mismo día 9, que tuvieron reflejo en las señales sísmicas registradas por el IGN en sus páginas de servicio, en torno a 1 km de profundidad.
La cubierta magmática había sido debilitada y era solo cuestión de tiempo que se produjera la extrusión de lavas al exterior con caracteres de erupción submarina, y esta salida de magma se pudo iniciar naturalmente a las 4:35 Z de la madrugada del día 10 de Octubre, con lo que la energía contenida bajo la Isla de El Hierro empezaba a liberarse bajo las aguas del mar de Las Calmas, librando de un peligro a los tranquilos habitantes de la islas del meridiano.
Con esta operación, denominada por los americanos como MAGIRON, devolvían el favor de los familiares de los fallecidos en el Mocanal a los habitantes que en aquellas tristes fechas acogieron con tanta amabilidad a aquellos serios e imperturbables militares americanos que llegaron al Hierro con la misión de investigar lo sucedido y repatriar los cuerpos de sus nacionales y que por las noches, después del duro trabajo diario, disfrutaban de la calidad hospitalidad de sus gentes.
Por cierto, el Comandante en Jefe del submarino americano que intervino en esta operación es casualmente hijo de uno de los fallecidos en aquel accidente, curiosa coincidencia.
Después de la liberación de magma submarino y mientras se mantenga ésta, se debería establecer una zona de seguridad, con la prohibición expresa de la navegación a partir de unas determinadas coordenadas, que por supuesto deben ser anunciadas por las autoridades marítimas españolas pero aduciendo a la posibilidad de fenómenos peligrosos como zonas de burbujeos con reducción de la flotabilidad, aguas calientes o aparición de fauna marina flotando por efecto del envenenamiento o la reducción del nivel de oxígeno, por lo que no se recomienda ni navegar ni faenar por la zona.
Por supuesto, a las autoridades científicas de este país, encargadas del seguimiento volcánico y dependientes del Ministerio de Fomento, han sido instruidas convenientemente para que reconozcan sin lugar a dudas la existencia de este volcán submarino, como una simple fisura por la que sale la lava, sin tener más pruebas de ello que las señales de tremores magmáticos que se están recibiendo en las estaciones sísmicas radicadas en la isla, especialmente la de La Restinga, que tiene una especial sensibilidad.
Para enmascarar mejor la situación y conseguir el convencimiento de los escépticos, se han dejado unos cuantas decenas de peces muertos en la zona, que casualmente han aparecido por la tarde del día 10 de Octubre, después que se hicieran reconocimientos aéreos y no se detectara nada.
No se preocupen, no me he vuelto loco ni me he fumado nada raro.
Este relato es simplemente una teoría absurda basada en acontecimientos puntuales y que podría ser convertida en una guión de película americana de serie B, de las muchas que vemos las tardes de los fines de semana en nuestra televisión, y que apuntarían a la Teoría de la Conspiración, a la existencia de poderes fácticos que hacen y deshacen sin que los ciudadanos que son los que pagan los impuestos, se enteren de lo que pasa alrededor suyo.
ESTO ES, POR SUPUESTO, UNA INVENCIÓN Y CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA….. ¿O NO?
Si hubiera dejado de leer el final, me lo hubiera tragado con papas. Cojonudo. Felicidades.
ResponderEliminares lo mas creible que he oido en estos dias
ResponderEliminarPara ser ficción es mas creible que las teorias de nuestros políticos, felicidades...
ResponderEliminarmuy bueno, y muy bien argumentado, pero no creo que lleguen a tanto los americanos....je,je.
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