Esta tarde recibí un correo electrónico de mi madre, comprometida siempre con los fenómenos y movimientos sociales y siempre atenta a todas las noticias de actualidad de la red, en el que me hace llegar este enlace:
http://www.ustream.tv/channel/enlace33#utm_campaign=synclickback&source=http://www.canal33.info/&medium=38603 el cual me lleva directamente a una Live-Cam ubicada en la puerta del sol de Madrid, donde se encuentra la acampada de los "indignados", que hoy lo están todavía más por la increíble situación que se ha vivido esta mañana, con el intento de desalojo de la Plaza de Barcelona, por efectivos antidisturbios de la Policía Autonómica Catalana, con escenas y comportamientos que creía estaban desterradas de esta sociedad que se llama democrática y de derecho.
En cuanto a lo primero, en este enlace, y por la retransmisión del Canal 33, se visualizan las imágenes al tiempo que se relatan muchas de las propuestas de los acampados, y se comentan las actuaciones de Barcelona, y las posibles acciones a realizar en adelante para conseguir los fines de este movimiento conocido en el mundo entero como la “SPANISH REVOLUTION”.
Por lo que se refiere a la intervención policial, creo que quienes hayan visto las grabaciones de los medios de comunicación tienen ya una opinión clara y contundente de este hecho. Ha sido una intervención brutal, innecesaria e injustificada, por más que quieran justificarlo o disfrazarlo de medidas de prevención sanitaria, limpieza de la plaza, peligro por la victoria del Barsa en la Champions, etc…
Me da igual lo que argumenten.
Nadie puede justificar semejante agresión a unos jóvenes pacíficos, que ejerciendo su derecho constitucional de reunión pacífica en un lugar tan público como una plaza de una ciudad, donde no impiden a nadie el que pueda ejercer otros derechos ni coartan, agreden o limitan la libertad de los demás.
Encima, se produce una carga de los Mossos catalanes, que se supone son una policía moderna, democrática y aparentemente sin la significación autoritaria que suele acompañar injustificadamente a los otros Cuerpos de la Seguridad del Estado en este tipo de intervenciones.
¿Qué está pasando en este país?... Acabamos de celebrar unas elecciones, que no eran nacionales sino municipales y autonómicas en muchas regiones españolas y se han convertido en un plebiscito para echar a Zapatero en vez de votar por proyectos, personas y programas para mejorar nuestros pueblos y ciudades o nuestros gobiernos autonómicos. No contentos con el resultado, en Canarias por ejemplo, los que ganaron por votos dicen ahora que ganaron las elecciones, cuando negaron a otros ese derecho hace cuatro años, y exigen gobernar; los que empataron con escaños dicen que deben seguir gobernando y los que perdieron en votos y escaños, quieren gobernar ahora, porque cuatro años más de paro no se pueden aguantar.
Aquí según algunos, VALE TODO.
La clase política parece que mira unicamente para su bolsillo y su propio beneficio, y no para el del común de los ciudadanos, que debería ser lo principal, y se olvidan no solo de lo que han estado predicando durante los últimos cuatro años y sobre todo en la campaña electoral, sino también de los “elogios” que unos a otros se han dirigido en esas campañas, lo que sin duda ha contribuido a generar más desencanto entre los electores, que han decidido “votar para joder”, votar en blanco o anular su voto, o simplemente no votar, para dejar unas urnas vacías de contenido real.
No se si ustedes habrán tenido noticia del caso islandes, que muy escuetamente pero de manera soberbia ha referido en su Blog Dulce Xerach: http://dulcexerach.blogspot.com/2011/05/el-ejemplo-de-movilizacion-ciudadana-en.html del que se ha hecho eco el Digital www.elblogoferoz.com .
La pregunta es clara, ¿por qué no podemos ser tan inteligentes y resueltos como los islandeses?. Y se me ocurre otra cuestión: ¿Por qué no ha trascendido este caso, tan cercano y tan relevante para nuestra sociedad occidental y no ha sido tratado con profusión en los medios de comunicación españoles?
Las propuestas de los “Indignados” son perfectamente asumibles por todos salvo al parecer por los miembros de la clase política, a los que este movimiento pone en cuestión y pretende cortar de raíz todo el complejo de privilegios, prebendas y derechos de cuasi pernada que han ido atesorando fervientemente durante los treinta y cinco años de democracia. Si no fuera así, no estarían tan nerviosos con este movimiento, al que miran con recelo y dan la callada por respuesta, siendo muy pocos los que se han manifestado sobre sus propuestas, que ahora se van concretando y sintetizando para constituir próximamente un “Manifiesto político por la regeneración de la vida pública y la democracia real”.
Si para frenar el avance de este germen de revolución social y política pacífica y ciudadana no hay otro medio que machacarlos con porras y gases lacrimógenos será además de un desastre, un completo despropósito, porque este fenómeno es imparable, porque la sociedad de nuestros jóvenes, los principales dañados por los efectos de la crisis, ahora sí preparados e inteligentes y no desertores del arado o analfabetos como pretenden algunos iluminados con barriga y chofer oficial, saben como hacer esta revolución de forma que se extienda como un virus, y cale definitivamente en la sociedad, porque los fines que persigue son más que razonables…. Son de Justicia.
Esos jóvenes descontentos son los mismos que hace unos pocos años creíamos perdidos para la causa de la democracia, indolentes y más preocupados de los botellones y los trippis que de los problemas de sus padres. Craso error.
Pero ahora han despertado, o al menos lo están haciendo, por esta legítima causa, porque no pueden seguir siendo explotados como becarios malpagados y sin derecho a protestar porque los echarían para coger a otros que callan, que no están motivados al estudio, la investigación, la preparación y la excelencia que tanto cacarean nuestros políticos, porque no sirve de nada estudiar mucho si luego no tienes dinero para pagarte un master, una FIR, un MIR, una especialización, las prácticas para obtener experiencia etc…, que no soportan más que se rían en su cara contándole milongas, promesas y proyectos que nunca se cumplen por los políticos.
Son los mismos jóvenes que criamos y educamos como pudimos, con mucho sacrificio, para que el día de mañana sean nuestros regidores, nuestros políticos, nuestros gobernantes, los que velarán por mantener el sistema en nuestra ancianidad, por mantener los avances sociales, el estado del bienestar, nuestra sociedad en general.
Que menos que darles un voto de confianza a estos jóvenes, escucharles, guiarles con comprensión y con medidas dirigidas a cambiar y resuelver todos estos problemas y muchos otros, y al tiempo se aclare nuestro inmediato futuro, en vez de golpearlos, machacarlos, denigrarlos y echarlos a patadas de nuestras plazas públicas, lugar que los griegos, inventores de la democracia, establecieron para ejercer precisamente este derecho, las ágoras donde se trataban los asuntos de la comunidad.
¿Acaso hemos retrocedido tanto en nuestra democracia… o es el miedo a los cambios lo que nos impide reaccionar?.
Acabo por el principio, se lo debemos a nuestras madres, porque ellas esperan este sacrificio de todos nosotros para con nuestros hijos.