Viene usted, Sr. Montoro y nos dice que esto no tiene solución, que
tendremos más paro y recesión, que no hay milagro económico, que su
receta mágica para la crisis no ha funcionado, y lo dice sin inmutarse,
sin soltar una lágrima de pena por los miserables de este país que usted
gobierna con otros con mano de hierro, lo dice sin que le duelan
prendas, sin arrepentirse de las mentiras y los engaños que como sapos y
culebras usted nos hizo tragar una y otra vez desde hace ya mas de un
año de gobierno, porque creíamos que usted con su conocimiento y sobre
todo después de la anterior experiencia económica de su partido, era la
persona más idónea para reflotar esta nave que antes iba a la deriva
pero ahora se hunde irremisiblemente.
Usted Sr. Montoro, que se
cree el más listo de la clase, y seguramente lo es, nos convenció de
que conocía al detalle las medidas que se debían tomar para darle un
vuelco a esta situación, frenar la debacle, crear empleo y dar confianza
a los ciudadanos, a los emprendedores y a los mercados. Nosotros le creímos porque en situaciones de emergencia se requieren medidas de
emergencia, nos apretamos el cinturón, cedimos parte de nuestros
derechos, de nuestros sueldos, nuestras pagas extras, nos sacrificamos
solidariamente pensando que ustedes sabían lo que hacían.
Pero
en vez de mirar a los ciudadanos ustedes miraron exclusivamente a sus
amigos, se dedicaron a liquidar las deudas de otros, a rellenar los
bolsillos de sus colegas, a otorgar préstamos a entidades bancarias, a
financiar sus agujeros, mientras nosotros seguíamos poniendo de nuestro
bolsillo, todo para que ustedes se lo lleven calentito con buenos
sueldos, buenas pagas extras, dietas, coches oficiales, viajes pagados,
comisiones, regalos, prebendas, etc... repagos políticos vergonzosos y
vergonzantes que ustedes, los miembros de la clase política se han
preocupado de asegurarse desde el primer momento de la crisis, colocando
a sus correligionarios donde podían, fueran o no elegidos por los
ciudadanos, porque la paguita es la paguita y hay que vivir como se
pueda, pero no trabajando como los millones de ciudadanos honrados de
este puñetero país que ahora no pueden ni ejercer ese sagrado derecho al
trabajo.
Ustedes, Sr. Montoro, han jodido la economía, han
generado desconfianza, han multiplicado el paro, han hecho huir a las
divisas, han perdonado a los defraudadores en vez de perseguirlos, han
retorcido los derechos de los trabajadores abaratando el despido en vez
de abaratar la contratación, han estrangulado a los pequeños y medianos
empresarios, han condenado a los que no podían pagar sus primeras
viviendas a seguir pagando de por vida, han dilapidado un enorme
esfuerzo de esperanza y confianza de esta sociedad que apostó
mayoritariamente por su opción, le dieron a morder la manzana envenenada
de su programa electoral, llena de mentiras e incumplimientos, ha
subido todos los impuestos, han creado otros nuevos, incluso para los depósitos .. ¡ Coño, son ustedes insaciables !
Y mientras usted
decía lo que este viernes de frustración y desesperación nos han comunicado tras el consejo de ministros, seguía usted
mirando por encima del hombro a todo el mundo, porque le falta a usted
la humildad y la valentía de los hombres de bien, para reconocer que ha
fallado, que nos engañó a todos como a chinos, que su plan no ha dado
resultado o que no tenía ni puñetera idea... me es igual, a estas
alturas de la película lo que usted diga nos la trae al pairo, solo
espero de usted una respuesta, la de la dimisión irrevocable de sus
cargo de director de la política económica del gobierno, y de paso, se
lleva usted al señor de Guindos, otro que le va a la zaga en nulidad,
ineficacia y falta de transparencia, que vengan otros que seguro que lo
harán mejor que usted.
Solo le reconozco un mérito, Sr.
Montoro, que haya sido usted capaz de hacerlo peor que los que le
precedieron y eso es una auténtica proeza.
Como no espero milagros, solo me queda una cosa que pedirle, Sr. Montoro:
¡¡¡ Váyase usted a freír chuchangas!!!, como decimos en esta tierra, y
deje de hacernos la vida imposible y crearnos más desasosiego y
desesperación.
¡¡¡ Mándese a mudar, Sr. Montoro, mándese a mudar...!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si lo que has leido te ha gustado o no, espero tu comentario, gracias.