miércoles, 11 de agosto de 2010

UN MUSEO CANARIO MUY SINGULAR


Este pasado fin de semana, aprovechando uno de esos raros días libres que puedo disfrutar, viajaba acompañado de mi madre por la ruta de Guía de Isora a Santiago del Teide, después de pasear por nuestro singular Parque de Las Cañadas del Teide, donde subimos desde el norte de Tenerife para cargar las pilas, como dice mi madre.

Después de parar a comer opíparamente en uno de esos restaurantes en los que los isleños comemos los fines de semana cuando salimos con la familia, pareja o amigos, mi acompañante me comentó que podríamos pasar por Arguayo, del municipio de Santiago del Teide, en el sudoeste de la isla de Tenerife, donde hace unos años había visitado un centro de alfarería pequeñito y encantador, en el que compró alguna pieza de artesanía canaria y donde fue muy cariñosamente atendida.

Como nos pillaba de paso, nos dirigimos a esa localidad, donde hallamos este singular museo, enclavado en una vivienda de arquitectura tradicional canaria, en forma de L, con patio central y fuente, adornado de flores típicas y de numerosos útiles antiguos de los agricultores y alfareros, colgados en sus paredes dando una sensación de antiguedad y tradición que nos hizo trasladarnos por momentos en el tiempo.

Como curiosidad, puedo comentar que este edificio fue diseñado por el lanzaroteño Luis Ibáñez, conocido como habitual colaborador de César Manrique en muchas de sus afamadas obras arquitectónicas.

La apertura de este Museo y Taller Cha Domitila (homenaje a una de sus alfareras más antiguas) se produjo hace ya unos 24 años, concretamente el 15 de mayo de 1986, y es seguramente uno de los más completos y cuidados en lo que se refiere a la alfarería tradicional de la isla de Tenerife, donde podemos observar la evolución de la alfarería guanche a la popular.

El conocimiento de la técnica popular en la manipulación de los distintos tipos de barros y tierras es algo que se ha trasmitido de generación en generación, con un cuidado detalle en las formas y los usos, que responden a las verdaderas utilidades que de dichos utensilios se esperaba.

Para conseguir esto, es fundamental respetar las técnicas tradicionales para la elaboración, modelado, secado y horneado de los diferentes recipientes elaborados con sumo cuidado por las manos expertas de jóvenes talentosos como Iradier o la linda Marta, a la que pudimos observar durante dicho trabajos valiéndose del barro, arenas volcánicas, almagre, aceite y agua como únicos elementos.

Todas las piezas se levantan sólo con las manos, sin usar otro artefacto que los raspadores, cuchillas, o cortadores que emplean para modelar sus piezas, posteriormente se procede al alisado de las mismas, decorándolas mínimamente, como responde a la tradición de la alfarería guanche bereber de Tenerife. Se completan las piezas con la aplicación de almagre impregnados en aceite, y se pasa al secado previo a la cocción en horno tradicional de piedra que podremos ver en el mismo patio del museo.

La edificación del museo es una casita típica canaria, hecha con piedra canaria y adornada con los tejados típicos, lo que la convierte en un entorno acogedor y sugerente.

En fin, un magnifico lugar para visitar y conocer un poquito más sobre nuestra tierra, nuestras tradiciones, donde podremos adquirir piezas auténticas de nuestra alfarería más tradicional y un motivo para visitar Arguayo, en una de las muchas rutas canarias que debemos recorrer en esos fines de semana en los que dejamos la ciudad y el ruido para liberar el alma y el espíritu.

Todas las fotos en el enlace: http://picasaweb.google.es/sacanarias/MuseoEtnograficoChaDomitilaArguayoSantiagoDelTeideTenerife#